La isla de Hvar, donde enamorarse del mar en Croacia

La isla de Hvar, donde enamorarse del mar en Croacia

La isla de Hvar, donde enamorarse del mar en Croacia 1

La isla de Hvar en Croacia es la más larga de todo el Adriático. El país dálmata tiene miles de islas. Frente a su costa, mientras atravesamos las serpenteadas carreteras al borde del mar o disfrutamos de sus transparentes aguas, podemos contemplar imponentes bosques, cuyo único límite es el mar, mientras reciben la visita de algún yate o velero.

En isla de Hvar no vive mucha gente, pero están más que acostumbrados al turismo. No cambiarán su vida ni se asombrarán por tu llegada. Las carreteras no son las mejores y el paisaje puede llegar a defraudar, puesto que el camino desde el puerto hasta Hvar transcurre entre un espeso bosque de encinas poco atractivo.

Sin embargo, cuando se alcanza altura o el bosque da un descanso, las vistas nos dan un aviso de lo que aguarda. La costa croata nos observa al noreste y la isla de Korcula saluda desde el sur.

La belleza de Hvar

Torre de la iglesia de Hvar
Torre de la iglesia de Hvar

Hvar cautiva desde el primer momento. Desde cualquiera de las entradas que llevan al centro del pueblo nos recibe, siempre, un paseo marítimo lleno de vida, yates y pequeñas barcas de alquiler, la Fortaleza española en lo alto y las islas Pakleni al fondo.

Este maravilloso enclave está lleno de turistas en los meses de verano, pero no molestan. Hay gente de toda europa, pero hay tranquilidad. Es el mar y son las vistas quienes producen esa sensación.

Cualquier paso que demos en Hvar, lo haremos sobre empedrado. Nos encontraremos con calles estrechas y escaleras eternas, al estilo de Dubrovnik, franqueadas por fachadas rehabilitadas que nos recordarán a Venecia. Y es que esta isla perteneció a bizantinos, húngaros y venecianos.

Escaleras para salir del agua en Pokonji Dol
La playa tiene cinco escaleras para facilitar el acceso desde las rocas

Es recomendable subir a la Fortaleza española durante el atardecer y disfrutar de la vista de la isla de Hvar y de sus hermanas pequeñas, las Pakleni. Entrar en la fortaleza tiene un coste de 4 euros y, aunque la vista no es tan impresionante, a los costados también se pueden sacar buenas fotos.

Por cierto, la fortaleza lleva nuestro apellido no porque la isla nos perteneciese en algún momento, sino porque en su construcción participaron algunos españoles.

Paseando por el casco viejo de Hvar nos toparemos con pequeños puestos donde comprar algún souvenir y restaurantes con excelente comida a buen precio.

Las playas de Hvar

Como toda isla, Hvar tiene una infinidad de playas, tanto a un lado como a otro. Para llegar será necesario un transporte y algunas son sólo accesibles desde el mar. Por suerte, en el paseo marítimo se pueden alquilar botes por unos 50 euros al día con los que llegar a cualquier lado.

Una de las mejores playas, a unos 30 minutos a pie de Hvar, es la playa Pokonji Dol. Tiene un pequeño parking para coches y un chiringuito-restaurante que ocupa con sus hamacas prácticamente toda la playa.

¿Qué tiene de especial? Está localizada al sur de Hvar, en un pequeño golfo que enfrenta con una diminuta isla con un centro meteorológico. Por supuesto el agua es increíblemente transparente, hay música y tranquilidad.

Playa Pokonji Dol
Playa Pokonji Dol en Hvar. Al fondo, barcos y el islote

Pero más allá de las playas de la isla, lo que nadie puede perderse son las islas Pakleni. Son un pequeño archipiélago frente a Hvar, al que podemos llegar alquilando un bote o con los bote taxi, que nos llevarán y devolverán durante cualquier momento del día por unos 5 euros por persona.

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Las islas Pakleni

La más famosa de las Pakleni es la isla Sv. Jerolim. Es la que está enfrente y todavía no tengo palabras suficientes para describirla. Por supuesto, si tienes la libertad de ir con un bote o un barco, puedes elegir cualquier rincón de la isla para disfrutar del agua. Si vas en taxi puedes recorrer la isla caminando para elegir tu rincón favorito.

Pero no te agobies. Es imposible equivocarse. La isla Sv. Jerolim tiene una playa para nudistas, aunque no harán ascos a que compartas con ellos la playa y, cuando quieras comer, dispones de una zona arbolada para protegerte del sol.

Playa de la isla Jerolim
Cala en la isla Jerolim, con vistas a Hvar

Yo disfruté mucho de esta isla. Probamos el agua, comimos e hicimos una buena siesta bajo los pinos. Otras playas espectaculares son la de Mlini y la Cala Zdrilica en la isla Marinkovac y también Palmizana, en la isla de San Clemente. Esta última cuenta con puerto deportivo, restaurantes y alojamiento. En Stipanska, en Marinkovac, también hay restaurantes al borde del agua, donde se puede ver un espectacular atardecer al estilo ibicenco.

Isla Marinkovac en Hvar
Puerto de llegada a la isla Marinkovac

Como he dicho antes, lo importante en Hvar es tener tiempo, ir con tranquilidad y disfrutar perdiéndose por las calas y playas que tienen. Por cierto, la pronunciación correcta de Hvar es con jota. Algo así como «javar».

Cómo llegar a Hvar

Hvar desde arriba
Vistas de Hvar desde la Fortaleza española

En función de tu origen, llegarás a un puerto u otro de la isla de Hvar. Desde Split, se llega a Stari Grad; desde Italia se llega a Stari Grad o a la propia Hvar y desde más al sur de Croacia a Sucuraj.

Desde Split

Si estás haciendo una ruta en coche por Croacia, lo más normal es que llegues desde Split. El puerto de Stari Grad es el más grande de la isla. Es un municipio pequeño, por el que pasa mucha gente, sobre todo en verano, que se dirige a las playas.

Desde aquí, en coche, hay un paseo de aproximadamente media hora hasta Hvar. No es un camino demasiado bonito. Atraviesa la isla. Todo está bien indicado, no tendrás problemas para llegar. La entrada al pueblo puede que te decepcione. Parece que empezó a expandirse y se quedó a medias, pero tranquilidad, el centro es muy bonito.

Desde el sur de Croacia

Si llegas a Hvar desde el sur de Croacia, porque has ido primero a Dubrovnik, lo más acertado es entrar por Sucuraj, Siete kilómetros o media hora en ferri es lo que separa Drvenik de Sucuraj, una pequeña población situada justo en la punta sur de la isla de Hvar.

El trayecto hasta el municipio de Hvar es mucho más largo que desde Stari Grad. Aproximadamente una hora y media tardarás en completar los 80 kilómetros.

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