Primosten, la sorpresa de Croacia
El pequeño y precioso municipio de Primosten

Primosten, la sorpresa de Croacia

Encontrarnos con el pueblo croata de Primosten el pasado verano fue una preciosa casualidad. Los veleros junto a la costa, el agua transparente, los techos rojizos, las casas empedradas y las pequeñas tiendas de artículos de regalo, provocaron que mi amor por Primosten aflorase casi a primera vista.

Cuando uno planifica sus vacaciones trata de formar el puzzle de la forma más cómoda posible, aprovechando los trayectos largos para hacer pequeñas paradas en lugares de interés.

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Vistas de Primosten desde la carrera que llega a Trogir

Qué ver en Primosten

Y así fue como dimos con Primosten. En los últimos días de nuestras vacaciones por tierras croatas, durante el trayecto de Split a Zadar, decidimos parar en Trogir (recomendadísimo en todas partes) y en Primosten (apenas mencionado en algún blog). La primera parada fue una decepción, así que marchamos a la segunda sin demasiadas esperanzas.

Sin embargo, apenas un kilómetro antes de llegar al destino supimos que tendríamos que haber venido aquí directo y por más tiempo. Primosten es el pueblo en el que me gustaría pasar todos los veranos. Sentí que me hubiese gustado crecer allí.

Primosten parece una isla, una pequeña isla, próxima a Sibenik, conectada a la península de Istria por un banco de tierra ya convertido en cemento. Es una zona turística con muchos hoteles y edificios de apartamentos en los barrios fuera de la isla.

Pequeños comercios con objetos tradicionales de regalo
Tiendas en el centro del pueblo

No sé quién decidió que debían conservar el centro de Primosten, pero fue todo un acierto. Defendida por una pequeña muralla, el pueblo está construido hacia arriba, con casas bajas y calles adoquinadas. La sensación es que pese a al turismo se trata de un lugar muy tranquilo.

Al pasear por sus calles empedradas, puedes disfrutar de la arquitectura tradicional, las casas de piedra y las pintorescas iglesias. La iglesia de San Jorge, construida en el siglo XV, es especialmente destacada y ofrece vistas panorámicas del mar Adriático desde su campanario.

Se puede dar la vuelta a toda la isla a través de un paseo marítimo que la rodea y nos permite descubrir pequeñas zonas de baño entre rocas y con agua cristalina. Las vistas desde toda la isla provocan euforia. Hay agua, hay verde, hay sol… Incluso zonas para jugar a waterpolo en la playa. Algunas de las pequeñas playas de Primosten podrían estar entre las mejores playas del país.

La playa de Raduca es la más famosa, con su forma de media luna y su ambiente animado. Además, hay muchas calas y playas escondidas en los alrededores de Primosten, ideales para aquellos que buscan tranquilidad y privacidad.

Playas de Primosten, en Istria
Barcas, veleros y belleza natural.

En los restaurantes de Primosten encontrarás mariscos frescos, pescado a la parrilla y deliciosos postres. También es conocido el vino Babić, tinto autóctono de la región.

Dónde aparcar en Primosten

La único que no me gustó de Primosten y de Croacia, en general, es que no existe aparcamiento gratuito. Hay que pagar por estacionar en cualquier sitio. En Primosten dimos vueltas y más vueltas tratando de evitarlo, pero fue imposible.

Hay aparcamientos privados muy caros en la entrada del municipio. Mi consejo es que sigas la carretera. Entra en el pueblo sin miedo, hasta llegar a una larga recta con una playa a su derecha y zonas de aparcamiento municipal. También es de pago, pero más barato y mucho más cerca del centro.

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