Los murales de Vitoria son uno de los elementos turísticos más importantes de la ciudad en la actualidad.
Desde el año 2007, la ciudad viene cambiando el aspecto de sus calles mediante grandes murales en algunas de las fachadas de su casco histórico y también de otros barrios. Es una iniciativa increíble para conocer la ciudad y cambiar la cara a zonas degradadas.
Lo que podría parecer un impulso artístico, en este caso se trata de una estrategia para, según cuentan sus fundadores, facilitar la cohesión ciudadana a través del arte. El muralismo en Vitoria tiene como nombre IVMG (Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz), ayuda a impulsar artistas locales y crea una exposición de arte que permite recorrer toda la ciudad.
Dejándose llevar a través de la ruta de los murales se puede conocer Vitoria tranquilamente. Existen visitas guiadas con las que conocer cada detalle de los murales, pero en el sitio Web oficial tenemos toda la información. Se puede caminar con el smartphone en una mano y la cámara de fotos en la otra.
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Ruta de los murales de Vitoria
Actualmente hay 19 murales (añaden uno nuevo cada año) repartidos por el casco histórico. El proceso de creación de cada mural lleva alrededor de un mes y medio, tiempo durante el cual se forman talleres con artistas voluntarios, quienes diseñan y posteriormente componen el mural.
Los nuevos murales se reciben con una fiesta de inauguración, con música, comida y baile. Los grafitis suelen tratar de mantener una concordación con su ubicación. Por ejemplo, ‘Al hilo del tiempo’, el primer mural del itinerario, está basado en el mercado de telas y paños que antiguamente estaba ubicado en ese mismo emplazamiento.
Cada fachada pintada cambia por completo el entorno y el paisaje de la calle donde está situada. Abre un espacio creativo que olvida el blanco o sucio de las fachadas por arte con significado e historia.
Mural Al hilo del tiempo

Fue el primer mural creado en Vitoria, en el año 2007, en la plaza de las Burullerías. Representa lo que antiguamente fue la plaza, cuando se comerciaba con telas en época medieval.
En su creación participaron 13 artistas y tardaron cuatro semanas en completar la actuación sobre 225 metros cuadrados. Está hecho con pintura acrílica y protegido con barniz y un material anti graffiti.
Mural Continentes
Un año más tarde, la iniciativa utilizó cuatro fachadas de un edificio del ayuntamiento donde hay una escuela infantil y un hogar de acogida. El tema escogido pretende recrear la diversidad del barrio, donde residen personas procedentes de todo el mundo.
Antes de la actuación, el edificio estaba viejo y la fachada estaba sucia, de color gris. Participaron 19 voluntarios durante 6 semanas, incluidos padres, educadores y vecinos.
Está en la calle San Vicente de Paul, muy cerca de plaza Burullería.
Mural Cubiertos de cielo y estrellas
En el año 2009, se crearon dos murales. El primero está ubicado en el cantón de Santa Ana y representa el beso que Santa Ana le da a San Joaquín según la pintura de Giotto di Bondone.
Según la información del mural, la intención del mismo es ensalzar el amor y dar a entender que el amor está cubierto de cielo y estrellas.
Participaron en su creación 19 personas, para completar una superficie de 225 metros cuadrados.
Mural El triunfo de Vitoria
Este otro mural completado en 2009 está en la calle Santa María, aunque el mejor lugar para verlo es desde el jardin de Etxanob.
Fue creado por 16 voluntarios que tardaron 6 semanas. La obra se inspira en el cuadro El Tramposo de Georges de la Tour, aunque con una visión medieval. Se ve a un hombre haciendo trampas jugando a las cartas con la gran Dama y se jacta de ello. Sin embargo, la sirvienta de la dama lo ve y avisa a su señora.
Mural La noche más corta
El año 2010 fue, hasta el momento, el de mayor creación de murales en Vitoria. Se hicieron cuatro, aunque como ahora verás tres de ellos forman uno solo.
El de La noche más corta está en la calle Correría, pero hay una visión perfecta del mismo desde el jardín de la muralla.
La obra representa la noche de San Juan y la fiesta pagana. En ella pueden verse hogueras, música, baile y desenfreno.
Participaron 17 voluntarios sobre una superficie de 180 metros cuadrados.
Mural Eskuz Esku

Eskuz Esku significa mano a mano en euskera. Bajo esta premisa, se realizó un conjunto que incluye tres murales pintados como si se tratase de un cómic.
En el primer mural, Herrería, se ven imágenes del crecimiento del tomate en los huertos urbanos del casco viejo de Vitoria. En el segundo, Mosaico, se ven varias manos. Una de ellas recoge un tomate. También hay textos en diferentes idiomas. Este mural tiene, además de pintura, partes de piezas de cerámica, espejo y vitrogres.
El tercer mural de este conjunto, Zapatería, vemos guiños a la historia musical de la ciudad de Vitoria.
Mural ¿Qué haremos con lo que sabemos?
2011 también fue un buen año para los murales, ya que se crearon tres más. El primero, tiene como figura principal el medioambiente, enmarcado en la celebración por haber sigo seleccionada como capital verde de 2012.
El mural, ubicado en la calle Colegio de San Prudencio, cambió por completo el estilo de la fachada del EPA Paulo Freire, un centro de educación para adultos. En la pintura, vemos libros, lo que represente el conocimiento, hojas de árboles autóctonos, los humedales de Salburua y la imagen de la tierra desde el espacio.
En el momento de su inauguración, fue el mural más alejado del casco histórico.
Mural La luz de la esperanza
En la calle Zapatería, en un gran contraste de colores en los que los fríos son el problema y los cálidos la solución, vemos una mujer mayor que rompe las ataduras de la opresión y avanza hacia la sabiduría.
En la creación de este mural participaron las autoras del libro 1325 Mujeres Tejiendo La Paz, cuyo objetivo es difundir el papel de las mujeres en la construcción de la paz.
Mural Somos agua / Somos arte
En la realización de este mural, trabajaron los grupos de los centros cívicos Aldabe, Landazuri y Campillo. Está ubicado en el muro que hay frente al teatro y la cristalera de la piscina, por lo que es posible verlo desde dentro del centro deportivo.
La parte frente a la piscina, muestra imágenes relacionadas con el medio acuático, como una sirena, animales en vías de extinción, deportes y flora marina.
Por su lado, frente al teatro y bajo el mismo estilo, se muestran símbolos relacionados con la escena teatral.
Mural Érase una vez el voluntariado
Este mural es un homenaje a todas las personas que de forma desinteresada han participado en el cambio urbano de Vitoria.
Por primera vez, el mural pudo ser finalizado sin necesidad de andamio, ya que la obra se creó sobre Polytab, es una especie de tela que se adhiere a la fachada.
Está en la calle Barrancal 20 y la mejor posición para verlo está en la plaza Aldabe.
Mural No hay presente ni futuro sin memoria
Se trata del primer mural creado fuera del casco histórico de Vitoria. Se eligió la fachada frente a la iglesia de San Francisco, donde en 1976 murieron asesinados por la policía cinco trabajadores durante el desalojo de la parroquia. Allí se estaba realizando una asamblea de trabajadores en huelga.
Además, la obra es la más vertical de todos los murales. Es una composición cronológica de lo que ocurrió y que finaliza con una hoja en blanco, por todo lo que todavía tiene que ocurrir.
Mural En la cresta de la arruga
Este mural, también fuera del casco histórico, y muy próximo al anterior, es un homenaje a las personas mayores del barrio de Zaramaga.
Se utilizaron diferentes gamas cromáticas para representar lo que supone la vida para estas personas. El amarillo representa la época dorada del arrio, el rojo el amor y el azul la fotografía.
Mural El lince de Zaramaga
Por tercer año consecutivo, la actuación tuvo lugar en el barrio de Zaramaga, en la calle Reyes de Navarra 27.
Este colorido mural hace alusión al mundo animal e imagina relaciones fantásticas entre especies, como una ilusión por que ocurra lo mismo entre los vecinos del barrio.
Mural Usted ya está aquí
En 2016 tuvo lugar la, hasta ahora, última creación en el barrio de Zaramaga, en una fachada de 120 metros cuadrados en la calle Mendoza.
En esta ocasión, el mural habla sobre la inmigración y como la llegada de personas de otros lugares ha transformado y dado forma a Vitoria desde sus orígenes.
La obra presenta referencias al hogar y al viaje que todas esas personas realizaron para cambiar sus vidas.
Mural Vecinas
En 2017 no se presentó ningún mural en Vitoria, pero en 2018 lo hicieron dos. El primero, tiene como protagonista a las vecinas, en un intento por homenajear la figura de las mujeres que conviven, se ayudan y dan vida de pueblo a un barrio cada vez más grande.
En el mural vemos a Maruja y Joaquina, junto con la perrita Kitty, sentadas en un banco del barrio. Por segunda ocasión, los murales fueron llevados fuera del casco histórico, con esta obra en la calle Ariznabarra 25.
Mural Auzoan Hazi Hezi Bizi
El otro mural del año 2018, volvió al casco histórico, con una obra muy colorida y de aspecto moderno en el cantón de Santa Ana.
El nombre del mural significa crecer, educar y vivir en el barrio. La obra es un homenaje a la AMPA de la escuela pública Ramón bajo, profesorado y asociaciones del barrio que transforman la escuela con un proyecto educativo basado en el euskera.
El objetivo final de este proyecto, representando en el mural, es la educación en armonía, con diversión y en simbiosis con el crecimiento de un barrio mejor.
Mural La cosecha
El último mural de Vitoria fue inaugurado en 2019 en el patio del colegio Hogar San José en el barrio de Ariznabarra.
El mural presenta una obra surrealista, con una gran variedad de ideas sobre una especia de naturaleza muerta. Hay una matrioska abierta de la que salen frases escritas, sobre un tablero que parece de ajedrez, pero en el que hay una escalera y un tobogán.
Como puedes ver, la ruta de los murales de Vitoria es una magnífica oportunidad para conocer la ciudad desde otra perspectiva, siguiendo el camino marcado por estos graffitis que han cambiado el paisaje urbano de la capital vasca.