En nuestro último viaje tuvimos que utilizar la tarjeta sanitaria europea en Austria. Los europeos tenemos la fortuna de poder contar con esta tarjeta que nos permite contar con atención sanitaria gratuita en toda la Unión Europea, sin necesidad de contratar ningún seguro privado.
Esto no es solo de una enorme comodidad, sino que además nos permite viajar más tranquilos por si ocurre algo.
Si bien, es cierto que la sanidad pública en algunos países de la UE es de un nivel inferior a la que tenemos en España, pero menos es nada.
La sanidad en la UE
Nosotros siempre la tenemos actualizada. Caduca cada dos años, pero se puede pedir la tarjeta a través de la web de la Seguridad Social. Tienen derecho a ella todos los europeos que coticen a la seguridad social del país donde residen.
Nunca nos hizo falta utilizarla hasta que en nuestro último viaje a Austria, nuestra hija se hizo una herida aparentemente seria en la lengua. Se cayó subiendo a un tobogán y se mordió la lengua.
Si se lo hubiese hecho en España no habría ido a un hospital, pero quedando todavía una semana de viaje, creímos conveniente que un médico viese la herida y nos dejase más tranquilos, sobre todo por si había que cuidarla de alguna manera concreta.
La tarjeta sanitaria europea en Austria y en el resto de la UE, podemos usarla en todos los hospitales públicos y universitarios.
Buscamos hospitales públicos en Salzburgo y encontramos uno a 800 metros. Allá que nos fuimos.
Llegamos tras veinte minutos caminando y nos encontramos con un hospital universitario, totalmente nuevo y dividido según el tipo de atención médica.
Cómo utilizarla
Fuimos al módulo de atención infantil, nos atendieron en inglés y solo tuvimos que completar un formulario con los datos de la niña, presentar su tarjeta y la mía, la de la persona que tiene incluida en su cotización al niño.
Tras esto nos mandaron a la sección de triaje, donde únicamente esperamos un minuto y nos atendió una muy simpática enfermera.
Después pasamos a la sala de espera. Allí había unos seis niños más, pero la espera no fue mayor de diez minutos. Mientras tanto mi hija estuvo jugando con los coches y puzzles que había en la sala.
Nos llamaron por megafonía en inglés y nos atendió un médico joven, también en inglés, con algunos residentes. Le vio la lengua y al momento nos dijo que no era grave, la herida cerraría por sí sola en unos días. Y así ha sido.
Al final la visita al médico en Austria no supuso más de una hora y nos encontramos con una atención e instalaciones excelentes.
En cualquier caso, en la web oficial de la Unión Europea podemos encontrar toda la información referente al uso de la tarjeta sanitaria europea en Austria.