Sobrecargo

El puesto de sobrecargo de vuelo o jefe de cabina lo ocupa el tripulante de cabina de pasajeros que está al frente de la tripulación auxiliar de un avión. Es decir, es la persona responsable del servicio y la seguridad a bordo ante el comandante.

El sobrecargo es un auxiliar de vuelo, también conocido como azafata de vuelo o más técnicamente como tripulante de cabina de pasajeros. Es parte de la tripulación que tiene como misión principal la vigilancia de la seguridad y la comodidad de los pasajeros de las aerolíneas.

Además de coordinar al equipo de auxiliare de vuelo y de distribuir las funciones a lo largo del vuelo, el sobrecargo o jefe de cabina debe asumir otras muchas funciones, como la entrega puntual de los informes firmados, la revisión de la uniformidad e imagen personal de los TCP o la coordinación de la preparación de la cabina. También es el encargado de inspirar el trabajo en equipo y de controlar la actitud en escalas y embarques.

Por otra parte, el sobrecargo de vuelo también es el encargado de organizar el briefing antes del vuelo, de revisar los anuncios al pasaje a través de los auxiliares de vuelo y de comprobar los procedimientos de emergencias.

Quién es sobrecargo en el avión

Las compañías ascienden a sobrecargo de vuelo teniendo en cuenta la antigüedad y/o la acumulación de méritos e informes positivos relacionados con la puntualidad, el trabajo en equipo, la constancia, la puntualidad, etc.

Estos informes son elaborados directamente por los auxiliares de vuelo que ostentan el puesto de sobrecargo o jefe de cabina en cada vuelo. De hecho, la opinión y la evaluación como apto de los sobrecargos es fundamental para que, posteriormente, el Jefe de Base convoque a una azafata de vuelo a la selección cuando quede vacante otro puesto de sobrecargo o jefe de cabina. El posterior nombramiento dependerá de la Dirección de Operaciones.

En los informes se recogen diferentes puntos del trabajo habitual del tripulante de cabina, como puede la puntualidad, la imagen y la uniformidad, la preparación de la cabina o la actitud.

Dominar varios idiomas y tener amplia formación académica, tener una imagen buena y cuidada, además de una exquisita educación son aspectos muy importantes que se tienen en cuenta a la hora de elegir para el puesto de sobrecargo de vuelo a un tripulante de cabina.

El ascenso a sobrecargo lleva implícita una mejora salarial, pero también mayores responsabilidades. A pesar de seguir siendo un tripulante de cabina, ahora toca pelear con los compañeros para que hagan bien su trabajo y, a veces, responder ante los superiores por fallos en el trabajo.