Volar en avión tras el coronavirus

Volar en avión tras el coronavirus

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Foto: tatonomusic en Unsplash

El mundo va a cambiar, para bien o para mal, cuando salgamos de este confinamiento que tiene a casi toda la población mundial recluida en sus casas y los comercios cerrados.

Y cómo las cosas no van a ser las mismas en tierra, tampoco lo serán en el aire. Volar en avión nunca volverá a ser lo mismo, al menos hasta la aparición de una vacuna para el nuevo coronavirus.

Hay muchas teorías, se leen diferentes propuestas y llegan rumores, pero nadie tiene claro todavía cómo implementar medidas preventivas en los aeropuertos y en los aviones.

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Cómo será volar tras la COVID-19

Mientras los gobiernos tratan de controlar la epidemia, las empresas se preparan para cuando llegue la nueva normalidad. Tras la apertura de la provincia de Hubei en China, los vuelos se retomaron sin cambios en los aparatos. Los pasajeros tomaron las medidas que creyeron adecuadas y viajaron con mascarillas, guantes e incluso batas quirúrgicas. Actualmente no se ha recuperado el tráfico antes de la crisis del coronavirus. El tráfico ronda el 40%.

Sin embargo, tras la expansión del virus, algunas aerolíneas se están preparando para hacer desaparecer el asiento central y cumplir así con el distanciamiento social.

EasyJet y Wizzair han anunciado que lo harán, pero Ryanair ha dicho que no volará si tiene que renunciar el asiento central, pero tampoco se puede esperar mucho más de su consejero delegado Michael O’Leary.

No obstante, ¿de qué sirve viajar con el asiento central vacío si tenemos a una persona delante y otra detrás a menos de 60 centímetros?

Alternativas a viajar sin el asiento central

Solo familias podrían viajar juntas, incluido el asiento central. Pero ya han surgido propuestas que podrían evitar la desaparición de este asiento y así frenar el incremento de los precios.

Modelo Janus

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La empresa italiana Aviointeriors, que se dedica al diseño de interiores de aviones, presentó un boceto de lo que podría ser una solución para evitar dejar un asiento vacío. Se llama modelo Janus y lo que hace es darle la vuelta al asiento. Los pasajeros de estos asientos viajarían en el sentido contrario del vuelo.

Una mampara colocada en los asientos separa a los pasajeros.

Pantallas en los asientos

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La misma empresa propone también el uso de Glassafe, unas pantallas separadoras, transparentes y que podrían instalarse ya en los aviones, sin necesidad de modificar el aparato, aunque primero debe ser aprobado por los reguladores de la aviación.

Test en el aeropuerto

No obstante, la única medida alternativa que ya está siendo probada es la realización de test a los pasajeros. Emirates ha sido la primera en hacerlo, tras retomar sus vuelos desde Dubai. El test da el resultado en 10 minutos y es realizado por la Autoridad de Salud de Dubai (DHA) en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Dubái.

Sin embargo, la realización de test no ha evitado que Emirates deje el asiento central vacío en sus vuelos. También obliga a viajar con mascarilla y guantes. Además, ha retirado las revistas y no permite subir equipaje de mano a la cabina.

La IATA no quiere oír hablar de viajar con un asiento vacío. Lo consideran inviable económicamente. Así que, en el último informe publicado por su departamento médico (4 de mayo), apuestan por el uso de pasaportes de inmunidad y realizar test a los pasajeros. También está sobre la mesa la toma de temperatura en el aeropuerto.

Además, en un documento distribuído entre la prensa, dicen que realizaron un seguimiento de los pasajeros que volaron junto a infectados por la COVID-19 y el resultado fue que ninguno de ellos contrajo el virus.

Zonas estériles

Además, la Asociación apuesta por crear zonas estériles a las que únicamente puedan acceder los pasajeros que ya hayan superado las pruebas. De esta forma se evita su contacto con personas y objetos que puedan no estar desinfectados.

Esta sería una fórmula para agilizar los embarques y, sobre todo, para no aplicar subidas a los precios de los pasajes.

Adiós al equipaje de mano

Uno de los grandes damnificados de esta crisis va a ser el equipaje de mano. Para no ralentizar todavía más el proceso de embarque, lo mejor es que todo el equipaje vaya a la bodega.

Las aerolíneas solo permitirán subir el avión pequeños bolsos, mochillas y ordenadores portátiles. También van a desaparecer las revistas e instrucciones de seguridad en papel. Dicen que seguirán realizando el servicio de comida, pero este tendrá que contar también con un nuevo proceso de higiene.

Desinfección de los aviones

Además de extremar las medidas de higiene, todos los productos que suben al avión deberán ser monitorizados y controlados en todo momento.

La empresa estadounidense Dimer UCV Innovations creó en el año 2014 una máquina que emplea luz ultravioleta UV-C para detectar y eliminar los ácidos nucleicos del virus.

La máquina parece un carrito de comida y cabe en el pasillo de los aviones. La empresa asegura que puede eliminar el virus en 30 segundos, pero todavía está por demostrar su funcionamiento.

Aerolíneas y científicos llevan años investigando nuevas posibilidades de limpieza y desinfección. Un avión, al fin y al cabo, reparte el aire por todos los pasajeros, así que es una herramienta perfecta para distribuir un virus.

Según The Washington Post, Boeing está probando baños de avión que pueden desinfectarse en menos de tres segundos. Y los ingenieros de Airbus están intentando modificar la forma que el aire se mueve en los aviones.

En la misma publicación, se cita una declaración de Delta que afirma que el 99,99% de los virus quedan eliminados en los filtros de los sistemas de aire que utilizan sus aviones. Opina igual el director de ingeniería de Airbus Jean-Brice Dumont. Este asegura que «la cabina no es un lugar de propagación de virus o microbios. El sistema de ventilación renueva el aire cada dos o tres minutos, y los filtros que utiliza son capaces de retener el 99,997% de las partículas del tamaño que tiene el coronavirus».

Dumont descarta la idea de no usar el asiento central porque «cada medio de transporte tiene que adoptar medidas de protección diferenciadas. No es lo mismo sentarse en un espacio cerrado, donde el aire apenas circula, que en la cabina de un avión».

Pero es que a este ingeniero tampoco le gusta la idea de las mamparas, porque, según dice, podría generar problemas en supuestas evacuaciones.

Sin embargo, los científicos no están de acuerdo con esa afirmación y aclaran que, los virus no solo se transmiten por los sistemas de ventilación, sino por la proximidad entre pasajeros.

Prevención en los aeropuertos

En los aeropuertos las medidas de prevención van encaminadas a evitar aglomeraciones. En el aeropuerto de Dubai se han instalado cámaras de calor para medir la temperatura e instalado pantallas para separar a los pasajeros de los operarios en los mostradores.

En las aduanas y controles del aeropuerto, los pasajeros deberán guardar una distancia de seguridad. Y la limpieza de las instalaciones tendrá que ser continua y más laboriosa.

En el embarque desaparecerán las esperas en fila. Seguramente tendremos que ser llamados por nombre o asiento, por lo que el proceso se alargará mucho más, así que tendrá que comenzar antes.

La empresa gallega Desinvirus ha diseñado un túnel desinfectante, que utiliza un sistema de pulverización de ozono para eliminar el virus. Además, incorpora una cámara para medir la temperatura.

Rescate de aerolíneas

Ryanair es una de las aerolíneas que más airadamente está reaccionado a esta crisis, oponiéndose también al rescate o ayuda económica a otras aerolíneas de bandera como Alitalia o Lufthansa, incluso amenazando con denuncias ante la justicia europea.

Las aerolíneas tienen ante sí un gran reto, pero algunas de ellas ya estaban en una situación muy delicada antes del confinamiento. Alitalia estaba en quiebra y Norwegian buscaba liquidez.

La italiana ha sido rescatada y nacionalizada por el Gobierno de Italia, al igual que Air France-KLM por parte de Francia y Países Bajos. Para ello utilizarán unos 10.000 millones de euros.

Norwegian y Lufthansa serán las siguientes, solo falta concretar la fórmula. Parece que los gobiernos alemán y noruego se quedarán con participaciones de estas empresas para poder tener acceso a ayudas estatales.

¿Cuándo volveremos a volar?

En España, desde marzo el tráfico aéreo ha caído un 43,5%, llegando al 95% en días puntuales del mes de abril.

Un ejemplo de la nueva realidad aérea en España es esta imagen compartida en la cuenta oficial de los controladores aéreos españoles, que mostraba ningún avión sobre la península.

Según una encuesta de la IATA, el 60% de los viajeros de avión esperará de uno a dos meses para viajar después de la contención de la pandemia por Covid-19. Un 40% dice que podría esperar hasta los seis meses o incluso más.

Tal y como están las cosas, aunque ya se vislumbre cierta normalidad, es muy difícil poner una fecha porque existe una gran incertidumbre. No hay nada seguro en los planes de desescalada que están iniciando los gobiernos europeos. Cualquier paso en falso puede provocar un nuevo confinamiento.

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Proceso de desinfección del avión en Emirates

De momento, solo vuelos de rescate y de carga están operando. La aerolínea Emirates anunció al principio del mes de abril que retomaba sus rutas desde Dubai con Frankfurt, París, Zurich, Bruselas y Londres.

Lo que está claro y tienen presentes todas las aerolíneas es que, en caso de que el plan de desescalada funcione, primero se retomarán los vuelos dentro del país, a continuación los de rutas con Europa y por último los internacionales.

Cuánto costará viajar en avión

En cuanto las crisis por el coronavirus se normalice y podamos volver a volar, puede producirse una guerra de precios para recuperar a los pasajeros que tuvieron que renunciar a sus vacaciones y a los temerosos.

El precio dependerá de las posibilidades de las aerolíneas. Si tienen que inutilizar el asiento central, evidentemente subirán. El presidente de IATA Alexander de Juniac, dijo que de confirmarse esta limitación, los billetes aéreos podrían encarecerse hasta un 50% para que las aerolíneas puedan tener beneficios.

Esto supondrá que los aviones pierdan gran parte de su capacidad, perjudicando sobre todo a las aerolíneas de bajo coste, que necesitan, en Europa, al menos una ocupación del 70%.

¿Cuánto costará viajar en avión después de la COVID-19? Nadie lo sabe, de momento.

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