Viajar con hijos como herencia
Un bebé señala el mapa. Viajar con hijos

Viajar con hijos como herencia

Viajar con hijos. ¿Se te hace duro incluso leerlo? Para mí no hay otra opción posible. De momento solo tengo una, pero cuántos vengan viajarán con nosotros siempre que sea posible.

Me gusta pensar que mis hijas nos agradecerá haberlas llevado de viaje cuando tenga edad para valorarlo. Quiero pensar que cuando sean mayores sacarán el mapa y viajarán a todos esos sitios que ya ha visitado pero de los que posiblemente no recordará nada. La imagino visitando los mismos lugares e inmortalizando el momento para compararlo con fotografías en las que ni siquiera tienen pelo.

Cuando nuestra primera hija nació, una de las cosas que más me preocupaba era no poder viajar tan a menudo. Evidentemente no podemos hacer viajes de aventura, pero desde entonces no hemos parado. Y, la verdad, me enorgullece decirlo.

Jugando con un espejo de maquillaje
La pequeña, jugando en Covent Garden, en Londres

La experiencia de viajar con hijos

Viajar con los hijos plantear desafíos adicionales a la planificación normal de un viaje. Y requiere una mentalidad positiva para poder aprovechar el tiempo disponible sin provocar estrés en la familia.

La clave para un viaje exitoso con niños es la planificación meticulosa. Investiga destinos que sean adecuados para todas las edades y considera las necesidades específicas de tus hijos, como alojamiento cómodo, comidas adecuadas y actividades familiares. Prepararse con anticipación puede ayudar a minimizar el estrés durante el viaje.

Es importante recordar que los viajes con niños pueden ser impredecibles. hemos tenido accidentes, enfermedades, olvidos, lloros… Mantén una actitud flexible y adapta tu itinerario según las necesidades y preferencias de tus hijos. No hay nada imposible y, a no ser que viajes a al Antártida, en todas partes hay de todo. A veces, los momentos más inolvidables surgen de las experiencias inesperadas.

Los viajes en familia son una oportunidad para crear recuerdos que durarán toda la vida. Desde construir castillos de arena en la playa hasta disfrutar de comidas locales juntos, estos momentos especiales se convierten en historias que compartirán en el futuro.

Viajar con hijos para que aprendan

Viajar es una excelente oportunidad para el aprendizaje experiencial. Los niños pueden aprender sobre geografía, historia, culturas y más al explorar lugares nuevos. Aprovecha la oportunidad para visitar museos, monumentos y sitios históricos que enriquezcan su comprensión del mundo.

Cada vez que viajo con ellas siento que estoy haciéndolas crecer. Las imagino en esos lugares dentro de unos años. Pero no es sólo crecimiento físico, sino intelectual o emocional, como queramos llamarlo. Es por ello que creo que viajar con hijos, aunque no lo recuerden, les hace más curiosos y les prepara para todo lo que vendrá.

Cuando crecen, caminan y piensan, los viajes largos son más pesados para ellas. Se cansan de ir en coche, quieren andar y descubrir. Por ello nos hemos planteado que, si queremos seguir viajando, tendremos que elegir muy bien dónde vamos o seleccionar a qué viajes pueden ir ellas.

Si todo va bien, seguiremos viajando todo lo que podamos. Y llegará un momento en el que ya será consciente de lo mágico que es viajar, a dónde sea. Cuando este momento llegue, espero que compartan con nosotros la ilusión por conocer.

Pero entonces habrá un primer viaje sin nosotros. Y es cuando, espero, se sientan orgullosas de todo lo que ya ha visto. Viajarán solas, con amigos, con pareja o con quien sea, pero ya no estaremos. Aquí deberían empezar con su herencia viajera. Si comparten nuestra ilusión, si comparte ese afán por conocer, seguirá el camino, como si de un viejo y desgastado mapa se tratase, que sus padres un día iniciaron.

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