El té del Hotel Llao Llao de Bariloche

Ubicado al oeste de la ciudad, el Hotel Llao Llao tienen unas vistas privilegiadas del cerro Capilla y de los lagos Nahuel y Moreno, entre los que se encuentra construido. Tiene campo de golf, piscina, más de 200 habitaciones y una gran extensión.

Es uno de los grandes hoteles de Argentina, recibe a los más privilegiados turistas en un edificio de tres plantas, construido con piedra, madera y tejas normandas. Es de estilo canadiense y fue inaugurado en el año 1939.

Bariloche forma parte de la Patagonia argentina. Es una pequeña ciudad situada a unos 1400 km de Buenos Aires. Está en la costa del lago glaciar Nahuel y es el gran centro de esquí argentino durante los meses de julio y agosto. Muchos dicen que es la Suiza argentina.

En los meses de verano, Bariloche recibe a turistas de todo el país que huyen del agobiante calor de la capital y buscan días tranquilos en la montaña, rodeados de paisajes impresionantes, montañas verdes y lagos transparentes.

Hospedarse en una de sus habitaciones puede resultar muy caro. Pero el hotel ofrece la oportunidad de visitarlo y degustar su famoso té Llao Llao.

El té del hotel Llao Llao

Todas los días, de cuatro a seis de la tarde, se ofrece ,en una terraza vidriada con vistas al lago Nahuel, una selección de tés junto con dulces y algunos sandwiches ligeros. Hay muffins, brioches, brownies, pequeños pasteles…

La mesa es un espectáculo y los sabores deliciosos. En ese ambiente relajado, se pueden elegir hasta dos bebidas calientes, té o chocolate y al finalizar el hotel obsequia con una copa de champán.

El té del Hotel Llao Llao hay que tomarlo con calma, con vistas al lago y sin ninguna prisa. Recomiendo no comer demasiado antes y llegar predispuesto a probarlo todo. Mi favorito fue el cake de mandarina y naranja.

El servicio de té tiene un precio de unos 200 euros. Es un precio elevado pero hay que tener en cuenta que se trata de un hotel de alto nivel.

Tras el té podemos aprovechar para visitar alguna de las estancias del Hotel Llao Llao. No hay acceso a todo, pero podemos salir fuera, pasear por los jardines y ver los grandes pasillos de madera del hotel. Sin duda es una gran oportunidad para relajarse en Bariloche.

¿Se puede entrar al Llao Llao?

Aún siendo solo un hotel y rodeado por tanta naturaleza, el Hotel Llao Llao de Bariloche es uno de los principales atractivos turísticos de la zona. Se puede visitar sin necesidad de ser huésped, lo que significa que cualquiera puede disfrutar del increíble entorno natural en el que se encuentra ubicado en medio del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Si quieres visitarlo, pero no puedes alojarte en él, puedes pasear por sus jardines, disfrutar de las vistas panorámicas desde la terraza o simplemente relajarse en los cómodos salones. Además, el hotel cuenta con una piscina climatizada y un spa, donde se puede disfrutar de tratamientos de belleza y bienestar.

Uno de los mayores atractivos de entrar al Llao Llao es la posibilidad de disfrutar de su cocina, con platos tradicionales de la región o degustar el té con pastas como hicimos nosotros.

Visita guiada Llao Llao

Además del té y las vistas, el hotel Llao Llao ofrece visitas guiadas al resort, en las que se recorre el emplazamiento y se aprende sobre su historia.

Las visitas se realizan los martes, sábados y domingos todas las horas desde las 12 hasta las 17 horas, en grupos de máximo 15 personas. Puedes reservar aquí.

Una de las atracciones más destacadas de la visita es su Capilla San Eduardo, una joya arquitectónica de estilo gótico que se encuentra en el predio del hotel. Esta capilla ha sido declarada Monumento Histórico Nacional y su interior es simplemente impresionante, con vitrales coloridos y una exquisita decoración.

Otra parada imperdible es su mirador, desde hay una vista panorámica espectacular del Lago Nahuel Huapi y los picos nevados de los Andes.

Y en el museo del Hotel Llao Llao podrás aprender más sobre la historia del hotel y la región a través de exposiciones y objetos antiguos. Además, podrás apreciar la elegancia y el lujo que ha caracterizado a este lugar a lo largo de los años.