La francesinha de Oporto es un sandwich diferente, repleto de calorías, pero cuya preparación y posterior degustación es toda una oda a la gastronomía portuguesa.
En Portugal se come de maravilla. Y Oporto no es una excepción. Con poco dinero se puede conseguir un excelente plato de carne con ensalada, arroz y patatas, o una bandeja de bacalhao com natas.
El plato más especial que se puede comer en Oporto es, junto a los callos, la francesinha. Dicen que su origen se debe al cocinero portugués David Silva, quien quiso imitar la Croque Monsieur de París. Advierto que después de comer una francesinha es necesaria una siesta. No es cualquier cosa.
¿Qué es la francesinha?

La francesinha es un sandwich, pero no uno cualquiera. Posiblemente es el sandwich con más calorías y colesterol del mundo. Se puede encontrar en cualquier bar o restaurante de la zona de Oporto y también en alguno de Lisboa por menos de diez euros.
El plato de francesinha suele ir acompañado de patatas fritas, huevo frito (en algunos lugares ponen gambas) y una salsa ligeramente picante, creada con cerveza, tomate y especias. La salsa suele variar en función de quien la prepare. Además, el pan de molde del sandwich está tostado y bañado con queso en lonchas fundido.
Por si todo ello fuese poco, la francesinha está rellena de todo tipo de embutidos portugueses. Al igual que en la salsa, cada cocinero tiene sus preferencias, pero los ingredientes más habituales son salchicas, jamón de york, ternera, hamburguesa, mortadela y lomo de cerdo.
La francesinha debe comerse después de una mañana caminando por las colinas de Oporto y a ser posible antes de una buena siesta. Lo ideal sería acompañarla con una Super Bock bien fresca tras contemplar un bonito atardecer en Oporto. Quizá no sea lo mejor probarla antes de dormir.
Aunque la franchesinha la sirven en cualquier parte de Oporto, el lugar más recomendado es el Café Santiago. La realidad es que la preparan en todas partes, pero no en todos los como debe hacerse. Si además queremos vistas, lo mejor es ir al paseo junto al río Duero. Vistas, compañía y buena comida. No se puede pedir nada más.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística de Portugal, en la ciudad de Oporto hay 724 cafeterías y 38 restaurantes de los que casi su totalidad sirven francesinhas.
Aunque cada vez conoce más gente la francesinha, gracias al turismo, lo cierto es que es un producto totalmente portugués. Todos los años, durante una semana se celebra en Oporto un festival gastronómico dedicado a la francesinha.
No suele ser cara. Cuesta unos 10 euros. No se te ocurra pedir algo más para acompañar, te aseguro que tendrás suficiente.
NO sabía de la existencia de la Francesinha. Habrá que viajar a Portugal y probar!
En vuestro próximo viaje! Portugal está aquí al lado y se come de MARAVILLA