Qué ver en Altea en cualquier momento del año
Vista de Altea desde la playa del Cap Blanc
Vista de Altea desde la playa del Cap Blanc. Foto: Maksim Ivanov en Unsplash

Qué ver en Altea en cualquier momento del año

Altea es el pueblo que todo el mundo quiere ver. Es uno de los lugares más bonitos de la provincia de Alicante y está rodeado por rincones de plena naturaleza.

Aunque es ahora muy conocida, lo cierto es que hasta no hace mucho sólo era un pueblo pesquero próximo a Benidorm. Sin embargo, con la eclosión del turismo y el boom urbanístico, a principios del milenio, pasó a ser una de las localidades más turísticas de la Comunidad Valenciana.

Una de las cosas más características de Altea es su color. Es de color blanco y sólo las tejas y algunas piedras en las fachadas rompen esa tradición. La cúpula de la Iglesia de la Señora del Consuelo es el icono más reconocible, ubicada en la parte más alta.

Qué ver en Altea

Altea se encuentra en la comarca alicantina de la Marina Alta, al final de la falda de la Sierra de Bernia. Su ubicación privilegiada, le permite sostener temperaturas suaves durante todo el año.

Es una pequeña ciudad mágica, pero que puede volverse un poco agobiante durante los meses más concurridos del verano. En los 8 kilómetros de costa que posee Altea, hay playas de piedra, todas de agua cristalina y algunas calas, donde reposan algunos de los yates más fastuosos de los puertos vecinos.

Aunque pueda parecer que sólo es un pueblo con playa y unas calles bonitas, lo cierto es que hay muchas otras cosas que ver en Altea, ya sea para una corta escapada o para unas vacaciones largas.

El casco antiguo

Calle San Miguel de Altea

Sin lugar a dudas, la parte más importante que ver en Altea es su casco histórico, donde encontrarás pequeñas callejuelas de piedra y casas de pueblo con fachadas de color blanco y la típica arquitectura de la Marina Alta.

El casco antiguo de Altea finaliza en la parte más destacada del pueblo, donde confluyen las calles que suben la colina hacia la Iglesia de la Señora del Consuelo. Si subes caminando desde la parte baja, encontrarás calles con escalones, adornadas con pequeños setos y alguna señora sentada en una silla de mimbre, vigilando a quienes suben.

Las calles con más actividad son San Miguel, el carrer Major y la plaza de la Iglesia. Toda esta zona de Altea está llena de comercios. Con el tiempo y la llegada continua de turistas, algunas casas abandonadas han sido rehabilitadas para servir como boutiques de moda, joyerías o restaurantes. Hay también un gran número de salas de arte, donde se venden piezas de artistas locales y extranjeros.

Verás también que predominan las pizzerías, aunque hay todo tipo de restaurantes y lugares de copas.

No hace falta subir caminando hasta lo alto del casco antiguo, ya que hay habilitados diferentes aparcamientos en una zona menos poblada de Altea, apenas a unos minutos andando del centro.

Lo ideal, es que te dejes llevar por el casco histórico y puedas así aprender por tu propia cuenta que es lo más importante que ver en Altea. No olvides visitar la Casa Cervantes en la calle Santa Bárbara.

Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo

Iglesia del Consuelo de Altea

Este templo cristiano es el edificio más representativo de Altea. Es lo que se ve desde cualquier lugar antes de llegar a la población. Sus dos cúpulas de color azul con azulejos levantidos, son inconfundibles.

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La iglesia es de estilo neobarroco y presenta detalles modernistas. Es una pieza más que ver en Altea y un elemento imprescindible para entender la creciente atracción por este punto de Alicante.

Mayor simbolismo adquiere la iglesia al saber que fue levantada gracias al dinero aportado por los habitantes de Altea en el año 1910.

Durante las vacaciones, cuando hay más turistas, en las escaleras de la iglesia suelen situarse mimos y payasos que ofrecen globos con formas a los más pequeños.

El mercado de artesanía

Bici antigua en la entrada a una boutique de moda
En todas las calles hay algo que ver en Altea

En la plaza de la Iglesia, se celebra durante los meses de julio, agosto y la mitad de septiembre la muestra de artesanía. Se trata de un mercadillo que desde hace 40 años llena la parte alta de Altea de productos manufacturados.

Es realmente sorprendente comprobar de lo que son capaces los artesanos. Encontrarás productos hechos a mano de buena calidad y precio. Hay joyas, adornos, lámparas, cinturones…

El mirador de los Cronistas

Vistas de Altea desde el mirador de los cronistas

Frente a la Iglesia del Consuelo, en un rinconcito en el que parece que no hay nada, Altea se abre desde lo alto para dejarnos ver una de las mejores estampas de la zona.

Se trata del mirador de los Cronistas, con una posición privilegiada frente a la Serra Gelada, las playas del Altea, el Albir y con vistas a Benidorm.

Aunque la vista es buena en cualquier momento del día, lo cierto es que en el atardecer es cuando los matices se aprecian mejor.

En época estival, algunos artistas se ponen justo aquí a realizar increíbles caricaturas.

Las playas de Altea

Platja de l´Olla en Altea

No todas las playas de Altea están cerca del pueblo. La de la Escollera, la Roda y Cap Blanc son las más próximas al centro y las que cuentan con paseo marítimo, que está, por cierto, repleto de restaurantes.

Estas son también las que cuentan con mejores servicios y juegos para los niños. Más alejadas están l’Olla, Solsida, Cap Negret, Cap Blanc y Mascarat.

Todas las playas son de piedra y en verano están bastante concurridas. Tampoco suele ser fácil encontrar aparcamiento.

No obstante, todo esfuerzo merece su recompensa y en Altea es poder disfrutar de unas vistas espectaculares. Desde el mar se tiene la mejor imagen del pueblo, con la iglesia en lo alto y cientos de fachadas blancas.

Castillo de fuegos artificiales de l´Olla

El castillo de l´Olla es un acontecimiento que reúne a miles de personas en la zona de costa de Altea durante las fiestas por San Lorenzo, que es el 10 de agosto.

El sábado más próximo a esta celebración se dispara un largo y espectacular castillo de fuegos artificiales desde la playa de l´Olla, en el mar.

La gente de Altea y de poblaciones cercanas, se acercan hasta las playas para ver el espectáculo, que va más allá de los fuegos artificiales, ya que durante toda la tarde van llegando barcas y yates a la zona, para ver el castillo desde el mar.

Ver las luces de los barcos de un lado a otro es muy divertido. Cualquier lugar de la costa de Altea o de El Albir es bueno para ver el castillo. Si puedes, llévate unos prismáticos.

Club Náutico Campomanes

El Marina Greenwich es un exclusivo puerto deportivo situado al lado de la playa del Mascarat.

Además de lugar de amarre para algunos de los yates más grandes de la costa Mediterránea, dispone de restaurantes y club nocturno, así como actividades para realizar deportes acuáticos como piragüismo, vela y motos de agua.

Sin embargo, lo más llamativo es que es posible pasear por los amarres y «elegir» el yate que te comprarás cuando te toque la lotería.

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Fiestas de moros y cristianos

Las fiestas de moros y cristianos se celebran a finales del mes de septiembre, durante la fiestas patronales del municipio.

Altea es uno de los lugares de la Comunidad Valenciana donde son más importantes estas fiestas, por la cantidad de gente que participa y la espectacularidad de las mismas.

Durante unos días, el pueblo se llena de pasacalles, verbenas, desfiles y fuera. Los bandos moro y cristiano se disfrazan y representan la batalla con la que los cristianos recuperaron este territorio hace siglos.

La Iglesia Ortodoxa Rusa

Iglesia ortodoxa de Altea

Seguramente te estarás preguntando qué pinta una iglesia ortodoxa en esta lista. No coincide demasiado con todo lo demás que ver en Altea ¿verdad?

Antes de nada, un poco de contexto histórico. Altea ha sido, desde la década de los 90, uno de los destinos preferidos por los turistas rusos. Son cientos los que viven en la zona y muchos más lo que viajan hasta aquí cada verano.

Fruto del crecimiento de la comunidad formada por rusos, ucranianos, moldavos y bielorrusos, decidieron construir, cerca del Club Naútico del Mascarat, la primera iglesia ortodoxa de España en honor al arcángel Miguel.

Para su construcción se utilizaron troncos de madera importados desde Kirov y las cúpulas se fabricaron en Volgodonsk. En 2004 la construcción estaba finalizada y fue incluida en el Patriarcado de Moscú.

No está próxima al casco urbano, así que es casi obligatorio moverse hasta allí con automóvil.

Además de todo esto, como decíamos al inicio del texto, hay muchos más que ver en Altea porque está rodeada de naturaleza y de otros municipios con interés turístico. A menos de media hora en coche están Las Fuente del Algar, la Serra Gelada, el Puig Campana, el castillo de Guadalest y Polop. Un poco más lejos está el Forat de Bernia, un lugar indescriptible.

Cómo llegar a Altea

Aunque tiene salida propia a la AP-7, lo cierto es que la conexión no es rápida porque en las temporadas de mayor afluencia suele saturarse la entrada al pueblo.

Por desgracia, Altea es uno de los municipios atravesados por la N-340, la carretera nacional que recorre desde Tarragona hasta Almería toda la costa mediterránea. Aunque en numerosos puntos esta carretera ya ha sido desviada por fuera del núcelo urbano, en Altea sigue pasando por en medio. Así que la entrada al pueblo suele ser lenta.

Si te alojas fuera del núcleo urbano, en algún hotel o casas próximo a la montaña, al Mascarat o a Altea Hills, la llegada es más rápida. Igualmente tienes que tomar la salida 64 y dirigirte a Altea, nunca a Altea la Vella, ya que es una pedanía alejada del pueblo. Si vas al Mascarat o Altea Hills, entonces hacia Calpe.

El aeropuerto más cercano es el de El Altet, entre Alicante y Elche, a unos 70 kilómetros.

No se puede llegar en tren desde ninguna de las ciudades importantes de la Comunidad Valenciana. La comarca de la Marina Alta está bastante abandonada en cuanto a infraestructuras se refiere. Existe el TRAM, que es una especie de tren cercanías que conecta los pueblos vecinos.

Dónde aparcar en Altea

Como ya hemos comentado antes, en épocas vacacionales llegan muchos turistas, no sólo los que se hospedan en el municipio, sino también de lugares vecinos. Así que aparcar en Altea puede llegar a ser una odisea. Si vas a pasar allí las vacaciones, lo ideal es estacionar y no moverlo mucho.

En caso contrario, hay bastantes plazas de aparcamiento en la zona próxima al centro de deportes y en la ronda que bordea el municipio por el lado opuesto al mar.

En la calle Alcoy, hay diferentes aparcamientos habilitados por el ayuntamiento. También hay solares de tierra que se aprovechan para aparcar.

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