Andorra es uno de los países más pequeños del mundo, pero su ubicación privilegiada en los Pirineos, a medio camino entre Francia y España, le permiten recibir miles de turistas todos los años.
Aunque parezca lo contrario, Andorra no sólo vive de los impuestos que pagan los youtubers. En realidad, la economía andorrana vive del turismo que generan sus paisajes y la nieve.
No obstante, el ski en Andorra no es la única actividad destacada de este microestado. En los 468 kilómetros cuadrados que mide Andorra, tenemos un precioso casco histórico de piedra, compras, relax y espectaculares espacios naturales. En sitios como Estiber, podrás ver todas las recomendaciones y actividades turísticas.
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Un fin de semana en Andorra
Lo normal es comenzar la visita al principado por su capital. Andorra la Vella es una ciudad muy diferente a las otras capitales europeas. Su posición a 1022 metros del nivel del mar, la convierten en la capital a mayor altura de Europa. Además, es la más pequeña de las siete parroquias en las que está dividido el país.
La casa de la Vall
Esta gran casa del 1580, alberga la administración de justicia del Tribunal de las Cortes y la Sala del Consejo.
Fue construida por la familia Busquets y en el año 1702 la compró el Consell andorrano para utilizarla como sede del mismo.
Destaca su fachada de piedra, las ventanas de madera y el armario de las siete llaves, un mueble que sólo puede abrirse con las llaves de las siete parroquias. Actualmente se utiliza para guardar documentos del Consell.
Además, cada una de las llaves tiene un grabado característico de la parroquia. La llave de Andorra la Vella refleja el puente romático de La Margineda, la de Canillo tiene la imagen de Nuestra Señora de Meritxell, que es la patrona de Andorra. En la de Ordino está el narciso de los poetas, que es la flor del país; en la de La Massana, está el pico del Comapedrosa, que es el más alto del Principado con 2942 metros; en la de Encamp hay dibujado copo de nieve, en la de Sant Julià de Lòria el Santuario de Canòlich y en la de Escaldes-Engordany unas aguas termales.
La visita a la casa cuesta 5 euros. La mitad para grupos de más de 10 personas, estudiantes y mayores de 65 años. Es gratuita para menores de 10 años y nacionales de Andorra.
Iglesia de Sant Esteve
A sólo unos minutos a pie está la famosa iglesia de Sant Esteve. De estilo románico y construida en el siglo XII, todavía se conserva el ábside original.
A menos de 10 minutos de la iglesia, siguiendo el camino del río, está la escultura de Dalí llamada La Nobleza del tiempo. Casi frente a la iglesia, en el otro lado del río, está el Parc Central, un espectacular espacio ajardinado urbano con zonas infantiles y zona de skate.
Compras en la avenida Meritxell
Andorra se hizo famosa hace unas décadas porque la gente viajaba hasta el Principado para llenar los maleteros de sus coches de artículos sin IVA. Todo era más barato que en España.
Lo cierto es que hace años que esto ya no es así, o al menos no tan espectacular, pero la avenida Meritxell sigue llena de tiendas y comercios de todo tipo, donde cualquier persona con un poco de necesidad capitalista disfrutará tanto como un niño en un parque de bolas.
Rec del Solà
Rec del Solà es un sendero de 5 kilómetros que parte del centro de Andorra la Vella y continúa hasta Massana. Se trata de un recorrido que avanza en un suave descenso, que permite ver la capital desde algo de altura y disfrutar al mismo tiempo del entorno natural.
Puedes descargarte la ruta o el trazado en la página web de turismo de Andorra.
Mirador Roc del Quer
En Canillo, a poco más de media hora en coche, está en uno de esos lugares que acaban quedándose en la memoria. Se trata de una pasarela de 20 metros, de los que más de la mitad se encuentran suspendidos en el aire.
Al frente se ven los valles de Montaup y del Valira d´Orient. Es la imagen de portada de este artículo.
El mirador está ubicado en la carretera del puerto de Ordino, la CS-240. Identificarás la llegada porque en la entrada hay unos tótems que representan al hombre ante la inmensidad de las montañas.
Naturland
Naturland, antes conocido como Naturlandia es un parque natural con todo tipo de actividades, tanto veraniegas como invernales para toda la familia.
Cuando las montañas están repletas de nieve, puedes pasear en motos de nieve. También tiene un circuito de rapio por el conducir coches eléctricos, zonas de ciclismo MTB y el tobogán alpino más largo del mundo, con 5,3 kilómetros de recorrido.
Lagos de Tristaina
Los lagos de origen glaciar son una de las características del paisaje andorrano. El Llac d´Engolasters es el de más fácil acceso, pero los Estanys de Tristaina son los más conocidos por la cantidad y calidad de rutas senderistas que pasan por ahí.
Son tres lagos los que forman els Estanys. El recorrido es circular y parte desde la base de la estación de esquí de Ordino. El camino tiene continuos ascensos y descensos.
El primer lugar es el Primer, luego el del Mig y por último el de Més Amunt. No se calentaron mucho la cabeza a la hora de denominar a los lagos. En verano puedes bañarte.
Grandvalira
De las pistas de esquí de Grandvalira hay poco que decir que ya no esté escrito. Se trata de uno de los centros de esquí más importantes de Europa, con 210 kilómetros de pistas.
Además, incluye todo tipo de servicios para esquiadores, senderistas o curiosos. Cuenta con 7 estaciones con 139 pistas, verdes, azules, rojas y negras.
Evidentemente, en Andorra hay muchas más cosas para hacer, pero en un fin de semana es complicado llegar a todo. Estas son algunas de las más destacadas, sobre todo partiendo desde la capital, pero hay un poco de todo para cada momento del año y para cada tipo de viajero.
