La parte alta de Dubrovnik

La parte alta de Dubrovnik

Dubrovnik vista desde el sur

Dubrovnik, o Desembarco del Rey para los fans de Juego de Tronos, es una de las ciudades amuralladas más impresionantes del mundo. Su construcción data de la Edad Media, aunque ha sufrido ampliaciones y rehabilitaciones que la han llevado su actual imagen.

Dice los historiadores que los habitantes de la antigua ciudad de Ragusa consiguieron mantener la belleza de la actual ciudad gracias a sus constantes arreglos y a su saber hacer ante las numerosas invasiones sufridas.

La ciudad de Dubrovnik

El aspecto actual proviene del siglo XV, tras lograr la independencia de la República de Venecia. Las murallas de Dubrovnik no son de líneas rectas, llegan hasta el borde del Mar Adriático y en algunos puntos alcanza los seis metros de espesor. Está compuesta de diversos fuertes y torres para el mejor control de la defensa de la ciudad.

Dubrovnik no es una ciudad grande. Apenas supera los 40.000 habitantes, aunque acoge a miles de turistas procedentes de cruceros y otros que llegan en coche desde toda Europa.

Entrada principal a Dubrovnik
Calle principal de Ragusa llena de turistas

Actualmente Dubrovnik es una ciudad con la que hacer dinero con los turistas. Es una urbe preciosa. Cuesta pensar que ninguna batalla la haya tumbado. Sus construcciones de piedra blanca la hacen todavía más elegante y los escalones que llevan a las murallas hacen que uno quiera volver a ser niño para correr y esconderse entre ellas.

Debido a la orografía del terreno, no resulta difícil encontrar una buena imagen de la antigua Ragusa desde casi cualquier lugar de la ciudad nueva. Los puentes y las entradas entre las murallas logran transportar a siglos anteriores.

Sin embargo, en mi opinión, el secreto mejor guardado de esta ciudad croata sólo se ve desde arriba. Debido a la cantidad de turistas que recibe en los meses de verano, es aconsejable visitarla en septiembre o en primavera. Pero si se visita en verano, la parte alta de la ciudad está menos transitada. Quizá sea porque a los turistas no les gusta subir cientos de empinados e irregulares escalones. O quizá sea que me gusta llegar hasta donde no veo a nadie.

Dubrovnik está hecha de piedra
Escaleras y edificios de piedra en Ragusa.

La Dubrovnik de piedra

Desde arriba, la ciudad respira tranquilidad. Bajo el sol de agosto, los tejados forman un manto rojizo que se funde con el horizonte del Adriático. No hay antenas ni cables que estropean la vista. El orden que refleja Dubrovnik desde lo alto de sus escaleras o desde las murallas, contrasta con el bullicio de turistas en las calles principales.

En la parte alta de sus escalones, donde ya no llegan los restaurantes, encontramos antiguas viviendas reformadas, con plantas en las ventanas, líneas diagonales que apuntan a una calle diminuta y empinada por la que sube sin problemas una señora mayor que nos triplica la edad. No quiero ni pensar cómo debe ser llegar hasta aquí con las bolsas de la compra o si ocurre alguna emergencia.

Cualquiera de estas calles nos deja la misma imagen: fachadas de piedra y ventanas blancas, farolas colgantes, algún hilo para tender y tejas rojas.

Caminar y perderse en Dubrovnik
Hay que perderse para llegar a esta vista de Dubrovnik

Otra de las opciones para ver Dubrovnik desde arriba es hacerlo desde lo alto del monte Srdj, aunque para ello deberemos tomar el teleférico precio pago de casi 20 euros. Yo no lo pagué.

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Esta ciudad ofrece una visita tranquila. Podemos visitarla sin miedo a perdernos nada y con la posibilida de huir de la muchedumbre subiendo hacia la parte alta o por la noche, cuando los turistas de los cruceros ya han zarpado.

Entradas a las murallas de Dubrovnik

Las murallas de Dubrovnik fueron construidas entre los siglos XII y XV. Actualmente hay varias entradas en las murallas, que permiten acceder tanto al casco antiguo como a las fortificaciones que rodean la ciudad.

Una de las entradas más populares es la Puerta de Pile, ubicada en el extremo occidental de la ciudad. Esta puerta, construida en el siglo XIV, es la principal entrada al casco antiguo de Dubrovnik. Desde aquí, se puede acceder también a la parte alta de las murallas y disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad y el mar Adriático.

Otra entrada destacada es la Puerta de Ploče, situada en el extremo oriental de la ciudad. Esta puerta, construida en el siglo XV, es una de las entradas más antiguas de las murallas de Dubrovnik. Desde aquí, los visitantes pueden acceder a las fortificaciones y disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y las islas cercanas.

Existen otras entradas, como la Puerta de Buža, la Puerta de San Lucas y la Puerta de San Esteban. Cada una de estas entradas tiene su propio encanto y ofrece una perspectiva única de la ciudad.

Aparcar en Dubrovnik

Como puedes imaginar, aparcar en esta ciudad no es fácil, Si te alojas en ella, aunque sea en la parte nueva, sería mejor que dejes el automóvil allí y te muevas andando o en autobús. En caso de que estés de visita y necesites un aparcamiento, estos son mis consejos:

  • Llega temprano, sobre todo si es temporada alta. Tendrás más posibilidades de encontrar un lugar para estacionar y evitarás las horas pico de tráfico en la ciudad. No me pareció una ciudad cómoda para conducir.
  • La mejor opción para aparcar en Dubrovnik es utilizar los aparcamientos públicos. Hay varios disponibles en diferentes zonas de la ciudad, como el aparcamiento de Gradac o el aparcamiento de Batala. Estos suelen estar bien señalizados y cuentan con personal de seguridad. No llegues hasta el casco antiguo.

Las playas de Dubrovnik

Una de las playas más populares de Dubrovnik es la playa de Banje. Situada cerca del casco antiguo, esta playa de guijarros ofrece unas vistas espectaculares de la Ciudad Vieja y del mar Adriático. Además, cuenta con todas las comodidades necesarias, como tumbonas, sombrillas y bares en la playa donde se pueden disfrutar de refrescantes cócteles.

Otra playa destacada es la playa de Copacabana, ubicada en la península de Lapad. Esta playa de arena fina y aguas cristalinas es perfecta para relajarse y disfrutar del sol. También ofrece una amplia gama de actividades acuáticas.

Si buscas una playa más tranquila y alejada de las multitudes, la playa de Sveti Jakov es la elección perfecta. Situada a unos 20 minutos a pie de la Ciudad Vieja, esta playa de guijarros ofrece un ambiente más sereno y vistas panorámicas de la costa. Además, cuenta con un restaurante en la playa donde se pueden degustar platos de mariscos frescos.

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Por último, la isla de Lokrum, ubicada a pocos minutos en barco desde Dubrovnik. Esta pequeña isla cuenta con varias playas de ensueño, como la playa de Betina y la playa de Sveta Ana. Además, ofrece la oportunidad de explorar sus exuberantes jardines, visitar el monasterio benedictino y disfrutar de un chapuzón en el famoso lago salado de la isla.

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