Karlovy Lazne, situada en el corazón de Praga, la capital de la República Checa, es una de las discotecas más emblemáticas y grandes de toda Europa Central. Está muy cerca del puente de San Carlos y tiene una parada de metro de la línea A, a unos 350 metros.
Su historia, ambiente y renombre la convierten en un destino imprescindible para aquellos que buscan experimentar la vibrante vida nocturna de la ciudad.
Fue fundada hace décadas, en un edificio datado del siglo XV, fue un spa con baños romanos. La discoteca abrió en 1999 tras rehabilitar el edificio y desde entonces recibe a turistas de todo el mundo. También tiene un icebar que abre todo el año y se conserva a una temperatura de -7º.
Karlovy Lazne ha evolucionado a lo largo de los años, adaptándose a las tendencias musicales y a las preferencias de su diverso público. Desde su inicio hasta la actualidad, este club nocturno ha sido un punto de referencia en la vida nocturna praguense, atrayendo a visitantes locales y turistas de todas partes del mundo. Su reputación como un lugar de entretenimiento inigualable ha perdurado, y su legado sigue vivo en cada rincón del establecimiento.

Qué encontrar en Karlovy Lazne
Karlovy Lazne consta de cinco plantas, cada una con su propio tema y estilo musical. Desde la planta baja hasta la azotea, aquí encontrarás una variedad de experiencias:
Al entrar verás una pantalla donde indican qué tipo de música bailar en cada piso. Es posible que te encuentres algún piso cerrado. En mi caso, había dos en los que no se podía entrar. Donde más gente se concentra es en el primer piso, donde ponen música dance.
- En la planta baja ponen música pop y éxitos actuales.
- En el primer piso, música de baile y un ambiente vibrante.
- En el segundo piso ponen música pop y rock pero a menor volumen. Es un lugar ideal para conversar y disfrutar de una bebida mientras escuchas tus canciones favoritas.
- El tercer piso es el espacio para la música hip-hop y R&B.
- Y en la azotea ponen música chill-out. Es un espacio más tranquilo, para el verano.
La seguridad de Karlovy Lazne
Diría que lo primero que impacta es que no parece una discoteca y que la actitud, tanto de los vendedores como los de seguridad, es muy fría. Da la impresión que no les gusta que entres a la Karlovy Lazne. No son muy amables. Antes de entrar suelen cachear, a hombres y a mujeres.
Yo no me sentí seguro después del cacheo. Aunque imagino que si lo hacen es para evitar sustos. Pero si tienen que evitar sustos, ¿qué clase de gente va a esa discoteca?
Pero bueno, una vez dentro puedes elegir a qué piso subes. La discoteca no es demasiado luminosa, así que ojo con donde pisas. Y no pretendas encontrar a mucha gente de Praga. Lo normal es que esté lleno de turistas y hace mucho calor. Tampoco las salas son muy grandes. Sé que no soy muy positivo, pero es lo que hay.
Karlovy, una discoteca nada especial
Ya he dicho que la discoteca es oscura. No obstante, las paredes cuentan con leds de diferentes colores y el juego de luces en las salas es bastante potente. Si eliges la sala dance, ten cuidado porque hay escaleras, tarimas, bancos, desniveles y es posible que tropieces.
El piso que falta está en el sótano y es donde ponen la música más comercial. La que escucharías en la radio. La discotecta cierra a las 5 de la madrugada y el precio de la entrada es de unos cinco euros. La bebida es bastante barata. Por menos de dos euros puedes pedir cerveza.

Sinceramente, yo recuerdo haber pasado mucho calor en la Karlovy Lazne, pero tengo en la memoria la visita a la discoteca como una anécdota más del viaje.
Fuimos porque alguno de mis amigos había escuchado algo de ella y no encontramos otro sitio donde salir. Si tienes la oportunidad, elige otra. No te pierdes absolutamente nada y seguramente hay sitios con mejor ambiente. Si buscas un poco por Internet verás que mucha gente opina igual.
Como las fotografías que tengo de esa visita no cumplen con los requisitos mínimos para ser publicadas, he escogido algunas de las que tiene la discoteca en su página web.