Gdansk, la perla báltica de Polonia
Zona portuaria de Gdansk

Gdansk, la perla báltica de Polonia

Gdansk es pequeña, pero encantadora. Como otras ciudades polacas, se distingue claramente la parte vieja con el resto de la ciudad. Es una ciudad que parece diseñada para la vista, para pasear con tranquilidad y disfrutar de su arquitectura, colores y comida tradicional.

Está ubicada en el norte del país, en la costa del mar Báltico. Puedes llegar por carretera, tren, en barco si lo haces desde otro país escandinavo o en avión. Hay vuelos muy baratos en Polonia con Ryanair y con LOT, una empresa polaca. Por unos diez euros puedes volar desde Varsovia o Cracovia a Gdansk, que tiene uno de los aeropuertos más modernos del país.

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La calle Dlugie Pobrzeze, al lado del río

Con calles adoquinadas y edificios de estilo europeo, esta urbe costera es el lugar de vacaciones de muchos polacos, quienes huyen de las grandes ciudades para disfrutar de un clima más suave y playas sobre el Báltico.

Reconstrucción de Gdansk

Gdansk, al igual que Varsovia fue destruida al final de la II Guerra Mundial. En este caso fueron los soviéticos, con la intención de expulsar a los 120.000 alemanes que residían allí en ese momento.

Tras esto, miles de polacos se trasladaron y reconstruyeron la ciudad. Muchos de ellos provenían de ciudades anexionadas a la URSS, ahora de la actual Ucrania o Lituania.

Actualmente es, por población, la sexta mayor ciudad de Polonia. Se puede visitar en menos de un día, dejando la opción de pasar una noche o ir y volver el mismo día. Desde Varsovia y Cracovia hay vuelos de bajo coste, con Ryanair y LOT.

Dlunga, con el Ayuntamiento de Gdansk al fondo
La calle Dluga, con el Ayuntamiento de Gdansk al fondo

Nosotros preferimos dormir en esta ciudad, pero muchos turistas optan por hacer de Varsovia su base y visitar en un mismo día ciudades como Poznan, Breslavia o Gdansk.

Hay que tener en cuenta que Gdansk está en el mar Báltico. Hace frío y en verano hay que contar con alguna prenda de abrigo para la noche y las primeras horas de la mañana.

Lo normal es llegar a la estación de tren, ya sea por haber viajado con él o por haber escogido este método de transporte desde el moderno aeropuerto de la ciudad.

Qué ver en Gdansk

Caminando desde la estación, en unos quince minutos se llega al arco Zlota Brama, la puerta de entrada a la ciudad vieja por la Dluga, con la torre del ayuntamiento al fondo y la fuente con la escultura de Neptuno blandiendo su arpón.

La fuente de Neptuno en Dluga
La fuente de Neptuno en Dluga

La Dluga es una de las calles más antiguas de la ciudad, escoltada por estrechos edificios de tres o cuatro alturas, todos pintados de diferente color, con tejados rojos.

Siguiendo todo recto se llega a la Puerta Verde, que da acceso al río Mostlawa y a la calle Dlugie Pobrzeze, posiblemente la más transitada y fotografiada.

Aquí podemos disfrutar de múltiples opciones para comer, pero seguramente serán más caras que las demás. También podemos variar la ruta y disfrutar de las también antiguas calles de Mariacka y Swietego Ducha.

Más adelante se encuentra el Crane, un antiguo elevador, ahora museo naval y protagonista de la mayoría de imágenes de este lugar.

Zona de astilleros con el barco pirata haciendo entrada
Zona de astilleros con el barco pirata haciendo entrada

La zona portuaria de Gdansk es un rincón único que los residentes disfrutan con sus barcos, mientras los turistas pueden pasear en un antiguo barco pirata, que podría ser la envidia de Jack Sparrow.

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Como puedes ver Gdansk no tiene nada espectacular, pero es una pequeña perla que premia a la vista con una arquitectura exquisita a la que no estamos acostumbrados los españoles.

Como ir de Gdansk a Varsovia

Para viajar de Gdansk a Varsovia, tienes varias opciones de transporte disponibles. Una de las formas más populares es tomar un tren, por su comodidad y que los trenes son modernos. El trayecto dura aproximadamente tres horas.

Otra opción para viajar de Gdansk a Varsovia es el autobús. Es una opción más económica pero el trayecto dura generalmente alrededor de cinco horas. En coche hay que recorrer aproximadamente 350 kilómetros, unas cuatro horas.

El avión es lo más rápido, ya que el vuelo no tarda ni una hora. Además, hay combinaciones muy baratas con LOT o Ryanair.

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