Escapadas baratas al sur de Francia
Panorámica Carcassonne
Autor: Chensiyuan (Wikimedia)

Escapadas baratas al sur de Francia

Aunque Francia es nuestro país vecino, parece que nos cuesta visitarlo. Muchos viajamos a París y nos olvidamos del resto del país, incluso del sur, que lo tenemos a unos pocos kilómetros.

He de reconocer que tengo un problema con visitar lugares cercanos y es que pienso «ya iré más adelante». Y creo que mucha gente opina igual que yo. Está tan cerca que lo vamos dejando para cuando seamos más mayores para priorizar aquellos viajes que incluyen grandes desplazamientos.

Sin embargo, como he dicho en más de una ocasión, creo que hay que hacer varios tipos de viajes. Están los largos, los de un fin de semana y las escapadas. Y son estas últimas las que podemos utilizar para ir conociendo el sur del país galo, lleno de rincones y ciudades.

El sur de Francia limita en gran parte con España e incluye importantes ciudades como Burdeos, Toulouse, Montpellier, Marsella y, un poco más arriba, Lyon.

Esta zona francesa abarca la costa atlántica y mediterránea, los pirineos franceses, numerosos parques naturales y muchos pueblos rodeados de viñedos y murallas

Escapada al sur de Francia

Los siguientes emplazamientos están ordenados de norte a sur y de oeste a este y son mis favoritos como ciudades baratas de Francia para viajar.

Burdeos

La ciudad de Burdeos se encuentra en el suroeste del país, rodeada por una región caracterizada por recibir a turistas de toda Francia durante el verano. Apenas a 60 kilómetros de la ciudad está la famosa Dune du Pilat, una maravilla de la naturaleza en la que la arena queda rodeada por un gran bosque y el océano Atlántico.

Burdeos es pequeña y ha sufrido un gran cambio urbanístico después de echar a los automóviles del centro. Actualmente es un oasis para peatones y ciclistas, quienes pueden pasear por calles peatonales y edificios de estilo francés.

Puerta de Aquitania de Burdeos
Puerta de Aquitania de Burdeos

Toulouse

El área urbana de Toulouse es una de las más grandes de Francia. Esta ciudad fue sede de los republicanos en el exilio durante su lucha contra los franquistas. Es una ciudad multicultural que ha recibido gente de Italia, a principios del siglo XX y comunidades magrebíes y subsaharianas más recientemente.

La ciudad es atravesada por el río Garona y su mayor característica son los tejados color ocre y sus iglesias de ladrillo rosa. Es también una de las poblaciones que más estudiantes recibe. El casco viejo está formado por calles estrechas que desembocan en el paseo junto al río.

Carcassone

Carcassonne, además de ser un fantástico juego de mesa de estrategia, es también una preciosa ciudad medieval a tan solo 300 kilómetros de Barcelona y a 90 km de Toulouse. Es uno de los destinos más visitados del sur de Francia y declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1997. Quizá lo único comparable en nuestro país a esta ciudadela amurallada sea la ciudad de Ávila o el castillo de Olite, en Navarra.

La singularidad de este lugar es que se ha mantenido a lo largo de los años tal y como se construyó hace siglos, excepto por algunas rehabilitaciones realizadas en el siglo pasado. Actualmente la población de Carcassonne es de poco más de 15 mil habitantes, pero ello no impide que miles de personas visiten la ciudad fortificada.

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Sin embargo, una ruta por Carcassonne  no debe solo ceñirse a sus 52 torres, ya que en los alrededores del municipio existen otros pueblos, monumentos, castillos y viñedos que no defraudan.

Muralla de Carcassonne
Muralla de Carcassonne. Autor: Ad Meskens (Wikimedia)

Montpellier

Esta ciudad es peculiar, formada por pequeñas calles medievales y presume de curiosas obras arte urbano repartidas por diferentes fachadas. Montpellier dispone de muchos eventos culturales y museos.

Iniciando la ruta en la Place de la Comedie podemos ir descubriendo el alto nivel de su arquitectura y barrios con más de 1000 años de antigüedad. Incluso los tranvías están diseñados por Christian Lacroix.

Béziers

Béziers es una ciudad muy antigua, fundada alrededor del año 700 a.C. Está al lado del Mediterráneo y le separan apenas 75 kilómetros de Montpellier. El río Orb pasa justo por delante y dejar ver una panorámica preciosa, con la iglesia en lo alto del municipio.

Es un lugar casi rehabilitado en su totalidad, tranquilo y muy agradable para pasear durante al menos un día.

Panorámica de Béziers
Panorámica de Béziers. Autor: Christian Ferrer (Wikimedia)

Nimes

Es una de las ciudades romanas mejor conservadas de nuestro entorno, en la que destacada el anfiteatro Les Arénes y el templo romano La Maison Carrée.

Nimes tiene un casco viejo muy bonito, con edificios de pocas alturas que a veces evocan al norte de Italia, pero no llega a la elegancia de Montpellier. Esta es una de las pocas ciudades francesas en las que todavía se celebran corridas de toros.

Marsella

Escapadas baratas al sur de Francia 1
Marsella, con Notre Dame de la Garde al fondo. Foto: Florian Wehde en Unsplash

Marsella es la segunda ciudad más habitada de Francia, aunque si sumamos la población del área metropolitana, es superada por la de Lyon.

Su ubicación al borde del Mediterráneo le ha convertido en un puerto de suma importancia. De hecho, es el tercero con mayor tráfico de Europa tras los de Rotterdam y Amberes.

La ciudad de Marsella se desarrolló desde muy pronto volcada al mar. Por ello, sus calles desembocan en la playa. El Puerto Viejo de Marsella es una de las zona de obligada visita, así como la preciosa basílica de Santa María la Mayor y el curioso castillo de IF, situado en una isla frente a Marsella.

A pesar de la belleza de la urbe, lo más impresionante de Marsella es el Parque Nacional de Calanques. A tan solo 16 kilómetros de la civilización, encontramos uno de los rincones más bellos de Europa, que incluye naturaleza, fauna y playas salvajes de agua turquesa e increíble presencia.

Cómo hace una escapada al sur de Francia

Podemos viajar a Francia en avión, automóvil privado, tren o en autobús. Continuamente hay ofertas para comprar billetes baratos.

En tren

Quienes vivís cerca de la frontera, lo tenéis muy fácil. Por ejemplo, Toulouse está a poco más de 400 kilómetros de Barcelona. Precisamente, la ciudad Condal es una de las estaciones de partida de los trenes que llevan hasta los principales emplazamientos del sur de Francia.

Otras ciudades desde las que se puede toma el tren a Francia que gestionan Renfe y SNCF son Madrid, Zaragoza y Valencia, aunque en este último caso hay que conectar con Barcelona.

Estas dos empresas unen España con Perpiñán, Narbona, Béziers, Agde, Carcassonne, Montpellier, Nimes, Aviñón, Aix en Provence, Valence, Lyon y París, como último destino.

Un viaje en tren de Madrid a Nimes cuesta a partir de 59 euros y dura casi 7 horas. En coche serían unas 10 horas.

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Si te gusta viajar en tren, te recomiendo que estés pendiente a las ofertas hacia el país galo. Normalmente los billetes suelen superar los 60 euros, pero he llegado a ver promociones por 15 euros.

En autobús

El viaje en autobús es algo más pesado, pero bastante barato. Alta, GoEuro, OuiBus y Flixbus, entre otras, tienen un buen número de rutas del norte de España al sur de Francia.

En avión

Y en cuanto a las aerolíneas, Iberia es la que al parecer ha visto un gran filón con Francia y desde hace un par de años hace promoción con Iberia Express de vuelos bastante económicos con destino a Toulouse, Burdeos, Lyon, Nantes y Niza.

Volotea ya vuela desde hace tiempo a Marsella, Montpellier, Niza, Toulouse y Lyon. Y desde hace poco, es Rynaiar la que está ampliado sus rutas al país vecino. Actualmente vuela desde España a Marsella, Burdeos, Lyon, Toulouse, Niza y Marsella. Desde otras ciudades de Europa también vuela a Niza, Carcassonne, Béziers, Nimes y Biarritz.

Si no son días de temporada alta, puedes encontrar vuelos por menos de 20 euros.

En coche

El viaje en coche hasta el sur de Francia no tiene mucha historia. Hay dos vías de circulación rápida, que son la AP7 a través de Cataluña y la AP8 por San Sebastián. Ambas carreteras son de pago y llevan a la costa Mediterránea y la Atlántica, respectivamente.

Hay otros caminos para llegar a Francia, pero son carreteras nacionales, mucho más lentas, que atraviesan puertos de montaña.

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