Qué ver en Flandes desde Bruselas
Qué ver en Flandes desde Bruselas 1

Qué ver en Flandes desde Bruselas

La región de Flandes tiene algunas de las ciudades más bellas de Bélgica. Lo bueno de visitar Flandes es que es pequeño y cuenta con un transporte urbano rápido y eficiente. Bélgica es un país tan pequeño que podemos recorrer el país entero en apenas unos días.

La capital, Bruselas, es intensa, pero se recorre rápido. No hay aglomeraciones, así que en la visita es posible que te sobre tiempo para conocer algo más allá del centro europeo. Y es ahí donde aparecen auténticas perlas como Brujas y Gante.

Qué ver en Flandes

Cafetería en Brujas
Cafetería en una confluencia de calles en Brujas

Brujas, Gante y Amberes quedan a menos de una hora entre sí en transporte público y son ciudades sorprendentes. A las dos primeras se puede llegar con el mismo tren, partiendo desde la Estación Central de Bruselas.

Puedes alojarte en Bruselas y visitar estas tres ciudades de Flandes si te quedas 3 o 4 días. Como decía antes, Bruselas es una ciudad fácil de ver y no querrás desaprovechar la ocasión de ir más allá.

Después de disfrutar de la Grand Place, ver el Manneken Pis y degistar algunos gofres, es el momento de ver Flandes.

Seguramente has escuchado hablar de Brujas más que de las otras ciudades. Hay opiniones para todos los gustos, pero muchas coinciden en decir que se trata de la ciudad más bonita de Bélgica. Aunque hay otras muchas que dicen lo mismo de Gante.

Brujas, ¿la ciudad más bonita de Bélgica?

Grote Martk de Brujas
Grote Martk de Brujas

Comenzamos el viaje a Flandes desde Bruselas en la que para muchos es un cuento de hadas en vivo.

Brujas es una ciudad bonita, monumental, histórica y muy bien conservada. 

Desde la estación de tren hasta el pueblo hay que caminar unos diez minutos. Es fácil, sólo hay que seguir a todo el mundo. Nos recibirán calles empedradas con poco tránsito, son las tranquilas afueras del centro histórico, con pequeñas casas y ventanas blancas.

Una vez llegados aquí, no hay pérdida. Nuevamente hay que seguir a la multitud para llegar a la Grote Markt o Plaza del Mercado, el lugar más conocido de Brujas.

Nosotros fuimos en marzo y el día no acompañó, pero la plaza es muy bonita, con fachadas de diferentes colores y el campanario de Brujas frente a ellas. A su derecha está construído el Provincial Hof, antiguo lugar de toma de decisiones del Gobierno provincial de Flandes Occidental y ahora museo de la ciudad, cafetería con muy buenas vistas de la plaza y, muy importante, baños gratuitos.

Casas y canales de Brujas
Casas frente a uno de los canales de Brujas

El mejor plan para visitar Brujas es perderse, sin prisas. Decidir en cada esquina hacia dónde nos dirigirnos para descubrir apetitosas chocolaterías, queserías, plazas, pinturas, colores y puentes sobre los canales que atraviesan la ciudad.

La calle entre el Provincial Hof y el campanario, nos llevará a la plaza donde está el edificio del ayuntamiento, que data del siglo XIV y donde destacan sus ventajas de color rojo y los remates de dorados en el tejado.

Cuando te canses de descubrir Brujas, si crees que te queda tiempo, puedes tomar el mismo tren que te trajo y viajar hasta Gante, la capital de Flandes Oriental.

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Gante, impresionante

Iglesia de San Miguel de Gante
Iglesia de San Miguel de Gante junto a fachadas

Como en Brujas, para llegar al centro de Gante hay que caminar un buen trozo o tomar el tranvía. Está todo señalizado. No hay pérdida. Pasaremos por edificios corrientes, avenidas, el río Lys, la universidad… Nosotros nos lo tomamos con calma y preferimos andar para conocer algo más de la ciudad.

Lo últimos diez minutos antes de llegar al centro, los hicimos bordeando el río, junto a casas con muelle propio y otras casas flotantes, cada cual más curiosa.

Entre Brujas y Gante, a mí me gustó mucho más la segunda. Me pareció más majestuosa. Gante tiene una apasionante riqueza arquitectónica y gran variedad artística y gastronómica. Hay que destacar su importancia económica, ya que desde su canal los barcos pueden llegar al mar.

Torre del campanario de Gante
Torre del campanario Gante

La entrada a Gante la hicimos por abajo, desde el río, pero según avanzamos no pudo gustarnos más. La imagen del río con la iglesia de San Miguel al fondo es impresionante. Los edificios de esta ciudad son de otro nivel y hacen brillar la ciudad. Si te aburres, en algún momento, para y mira los edificios.

Detrás de esta calle se encuentra la calle , uno de los lugares con más vida de la ciudad. Siguiendo el recorrido natural de la calle, atravesaremos grandes edificios y llegaremos a la catedral de San Bavón, donde fue coronado Carlos V.

Volviendo al canal, si cruzamos uno de los puentes por donde también pasa el tranvía, nos toparemos con el castillo medieval Gravensteen. Todavía conserva el foso, tiene un museo con piezas armamentísticas y ofrece vista panorámica de la ciudad, previo pago claro.

De Bélgica no puedes marcharte sin probar uno de sus gofres y qué mejor oportunidad que hacerlo en Gante, con semejante paisaje arquitectónico. Descansa y pide uno con chocolate y fruta antes de volver a la estación de tren.

Amberes, la grande

La catedral de Amberes vista desde el río
La catedral de Amberes vista desde el río

La tercera ciudad de esta ruta por Flandes desde Bruselas es Amberes, la segunda ciudad más importante de Bélgica. Amberes queda al norte de Bruselas, mientras que Gante y Brujas están en el noroeste. Puedes ir desde Bruselas, en tren, en apenas 40 minutos. Ojo con el nombre de la ciudad, en neerlandés es Antwerpen y será como lo veas en los trenes.

La estación de tren de Amberes es una de las más bonitas de Europa. En el año 2009, la revista Newsweek la consideró la cuarta más bella del mundo. Tiene cuatro niveles. Tanto su hall de entrada como la fachada son impresionantes, llenos de detalles, marmól y luz.

Seguramente sabrás que la ciudad de Amberes es el mayor productor de diamantes del mundo. Su puerto es de los más importantes a nivel comercial.

El centro histórico está un poco alejado de la estación, como en las otras dos ciudades. Sin embargo, este paseo es más cómodo, ya que nos encontramos en plena zona comercial. Enfrente de la estación está el barrio chino y a la izquierda, nuestro destino.

Debemos seguir la calle comercial, llena de tiendas hasta adentrarnos en el barrio más antiguo, con edificios de menos altura y con más años. Amberes es una ciudad muy bonita en la que, como nos ocurrió, puede que te visite la niebla.

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Grote Markt de Amberes
Grote Markt de Amberes

No puedes perderte la Grote Markt, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. La Groenplaats, otra plaza llena de vida está justo tras la inmensa catedral, la más grande de Bélgica y cuya mejor vista podemos apreciarla desde la calle Suikerrui, perpendicular al paseo que acompaña al Río Escalda.

Todo el centro es peatonal, con calles empedradas y edificios de estilo gótico de Flandes. Hay diversidad para comer, aunque es probable que te llame la atención el gran número de restaurantes italianos. No suelen hablar español, pero si algo de italiano.

En el paseo del río está el castillo llamado Het Steen (la piedra), construído en la Edad Media para proteger a la ciudad de las incursiones vikingas.

Amberes es una ciudad muy grande, por lo que es probable que te quedes con ganas de ver algo más. Tiene muchos parques y museos. Uno de los más destacados, el Museum aan de Stroom, está en la zona portuaria renovada, zona con nuevas oficinas, restaurantes, residencias y grúas abandonadas que ahora son decorativas.

Hay un edificio, en esta zona, que es impresionante. Se trata de la nueva sede portuaria, llamada Port House, obra de la arquitecta Zaha Hadid, ya fallecida.

Puedes comprobar que Flandes tiene mucho que ver y no hace falta andar cambiando de ciudad cada día, ya que la facilidad de movimientos que permite el tren desde Bruselas hace puedas utilizarla como base.

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