Polonia en cuatro días

Polonia merece más días porque es un país enorme, con gran oferta tanto cultural como natural. Además, es posible llegar al país polaco desde muchas ciudades españoles o con escala en Alemania o de los países eslavos y Escandinavia.

Pero si sólo dispones de 4 días, por el motivo que sea, a continuación te cuento algunas posibilidades de visitar rápido lo más destacado de Polonia.

Que ver en Polonia en 4 días

Si solo tienes cuatro días para visitar Polonia, lo primero es hacer una selección de aquello que quieras visitar.

Ciudades de Polonia para visitar

La capital de Polonia es un destino imprescindible, aunque no tenga demasiada publicidad. Con una rica historia y una vibrante vida cultural, Varsovia ofrece una mezcla única de lo antiguo y lo moderno. Puedes pasear por el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y admirar sus coloridos edificios y pintorescas calles empedradas. Es una ciudad realmente sorprendente.

Otra ciudad importante y quizá la más conocida de Polonia es Cracovia, sobre todo por por su impresionante centro histórico y la plaza del mercado. Aquí podrás visitar la Basílica de Santa María y explorar el Barrio Judío, lleno de historia y encanto. Además, está el Castillo de Wawel, y muy cerca Auschwitz y las minas de sal de Wieliczka.

Conocida como la «Venecia polaca», Wrocław es famosa por sus canales y puentes que atraviesan el río Oder. El mercado de Wrocław, que es uno de los más grandes de Polonia, está rodeado de hermosos edificios históricos.

Como atractivo natural, en el sur de Polonia está el Parque Nacional de los Tatras. Ofrece impresionantes paisajes montañosos, lagos cristalinos y una gran variedad de rutas de senderismo. Para el invierno, la ciudad de Zakopane, es conocida como la «capital de invierno de Polonia», por la variedad de oferta de deportes de invierno y la arquitectura tradicional de la región.

Por último, otra ciudad menos conocida es Gdansk, ubicada en el norte y bañada por el mar Báltico. Su caso antiguo es de estilo gótico y renacentista. Destaca sobre todo la famosa grúa medieval, que solía ser parte de un astillero.

Viaje a Polonia de 4 días

Nosotros, tras repasar las opciones de viaje a Polonia, finalmente decidimos visitar Varsovia, Gdansk y Cracovia, realizando todos los viajes entre las ciudades en avión, porque los billetes son extremadamente baratos.

Llegamos a Varsovia desde Valencia a las 23 horas. En la capital de Polonia, Ryanair aterriza en Modlin, un pequeño aeropuerto a 40 km de la ciudad. Al llegar tan tarde, decidimos contratar el transporte directo al alojamiento con la empresa local Shuttle24. Su web es mala y hay pocas referencias, pero buenísimas. Me la jugué y salió espectacular.

Primer día en Varsovia

Nos alojamos a unas cinco calles del Palacio de Cultura, ese enorme edificio que Stalin regaló a los varsovianos hace 60 años y que se ha convertido en el icono de la ciudad.

Tras desayunar salimos pronto del hostal y visitamos con tranquilidad la ciudad. Varsovia tiene unos dos millones de habitantes pero es fácilmente visitable. Tiene muy buen transporte público y se pueden comprar tickets para usar durante 24 horas, que sirven para todos los transportes.

Así que vimos el Palacio, fuimos al centro, hicimos un Free Tour con una chica polaca que hablaba perfecto español y a mediodía teníamos casi todo lo importante de la ciudad visto. Por la tarde fuimos al parque Lazienki, visitamos el barrio de Praga y volvimos al centro para verlo con otra luz. Cenamos y de vuelta al hostal.

Al día siguiente nos recogieron los de Shuttle24 a las 6 de la mañana para llevarnos al aeropuerto, para viajar a Gdansk, al norte del país, con Ryanair, en un vuelo de 45 minutos.

Segundo día en Gdansk

Gdansk es una pequeña ciudad costera, con un precioso centro antiguo. No es grande así que se puede pasear y relajarse tranquilamente. Aquí pasamos una noche y notamos mucho la bajada de temperaturas en el Báltico. En cuanto desapareció el sol, empezó a hacer frío.

Esta ciudad no tiene mucho más que ver que el propio centro, que puedes verlo en 2 o 3 horas, a no ser que también quieras visitar las playas.

En aquel momento no lo hicimos pero también es un punto para viajar desde el aeropuerto de Gdansk a otros destinos como Noruega, Suecia o las vecinas Lituania y Estonia.

Al día siguiente nos embarcamos hacia Cracovia con LOT, la aerolínea polaca. En apenas una hora llegamos a la antigua capital de Polonia.

Dos días en Cracovia

Decidimos dedicar el primer día a visitar la ciudad, primero por nuestra cuenta y por la tarde con otro Free Tour. Éramos pocos y el guía sabía mucho, así que pudimos disfrutarla aprendiendo mucho sobre la ciudad.

Lo cierto es que al principio Cracovia no me gustó, con tanto turista y servicios dirigidos al turista, pero con el paso de las horas acabó por encantarme. Es un lugar coqueto, inalterado desde el siglo XIII.

El día siguiente visitamos el campo de concentración de Auschwitz. Fuimos en autobús y durante tres horas nos contaron las «maravillas» que es capaz de hacer el ser humano. Es un lugar terrible, idóneo para recordarnos hasta dónde somos capaces de llegar.

La última tarde la íbamos a dedicar a las minas de sal de Wielizcka, pero estábamos muy cansados y decidimos ir un rato al apartamento. Una hora después volvimos a la ciudad para disfrutar de un eterno atardecer y deleitarnos con la cena más cara del viaje: 30 euros. Comer en Polonia es un placer, para el gusto y para el bolsillo.

Al día siguiente despertamos pronto y nos marchamos al aeropuerto para volver a casa. Sin duda Polonia ha sido otro gran descubrimiento que espero poder ampliar próximamente.